Ansiedad (#Rj)

Ansiedad.



En ocaciones me he encontrado al borde de la histeria por querer saber qué va a pasar con determinada situación o cosa. Sin ir más lejos pase por esto la semana anterior, fuimos a la guardia médica con mi bebé por el simple hecho que estaba adolorido de su garganta, la doctora comenzó a hacerme unas cuantas preguntas y me dijo que mi bebé era un posible caso de covid, así que iban a realizarle un hisopado y como con nosotros vive mi abuela iban a tener que aislarnos en un complejo hasta que el resultado este listo.
Así que obedientemente accedí a ir a este lugar desconocido con mi hijo. La prueba del hisopado tardaría 48hs.
En este lugar donde estabamos era una habitación junto con un baño, con una ventana con vista un viejo árbol, allí no se contaba con televisión, no estaba permitido escuchar música ni muchos sonidos altos, era toda una travesía para un bebé estar encerrado en un lugar solo con su mamá cuando en su casa convive con mucha gente y muchos perros; así que mi familia se encargó de traernos un par de juguetes mudas de ropa y algunos snacks y frutas para pasar el rato. 
Pasadas las 48hs el resultado no estuvo, pasadas las 72 tampoco lo estuvo. La desesperación y la ansiedad empezó a surgir en cantidad, soy un ser que cuenta con poca paciencia así que rápidamente me empecé a enervar, lo único que ayuda es que mi bebé se porta tan bien como siempre y aún mucho mejor. Estaba cansada de verlo aburrido, de dormir donde no era mi cama de estar distanciada de mi familia en casa. Las horas ahí fueron las horas más largas porque nadie sabía dónde estaba ese resultado que debo confesar confiaba en el Señor plenamente en que era negativo, pero hasta que esté no estuviera listo no podríamos irnos del lugar  donde a su vez estabamos expuestos al virus. Tomaba como acto de Fe armar nuevamente y prolijos los bolsos que teníamos con la esperanza de que nos íbamos a nuestro hogar. Finalmente al 5to día, me resigne y decide en qué Dios hiciera como quisiera. Así que me relaje deje las cosas como estaban fuera de los bolsos, me puse cómoda y simplemente estaba esperando pasar el día porque después de todo la mano del Señor estaba con nosotros ya que ninguno de los dos se sentía mal y teníamos comodidades y alimentos en cantidad... Y ahí fue cuando el ángel del Señor golpeó nuestra puerta, y la enfermera dando la noticia que volveríamos a casa que el resultado fue negativo.
 Entendí entonces que hasta que en verdad no dejara las cosas en manos de Dios no iba a estar en paz, cuando lo de verdad heche mi carga y ansiedad sobre Él fue cuando encontré la tranquilidad.
Dios obra de formas misteriosas y día a día trabaja en mi y en vos.
Quiero decirte que Jesús te ama, y el tranquilo espera que realmente confíes en Él, que dejes tu ansiedad en sus manos.

Te comparto el versículo que me ayudó en esta ocasión:

Dejen en las manos de Dios todas sus preocupaciones, porque él cuida de ustedes.
-1 Pedro 5:7 NBV


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